El nombre de cristal de roca se emplea para designar al cuarzo incoloro y transparente.
En la Grecia clásica se utilizaba el nombre de κρύσταλλος (krystallos), equivalente a hielo y algunos filósofos (como Teofrasto) argumentaron que era hielo supercongelado que no se derretía nunca.[1] Andrés Laguna en sus comentarios a la traducción de la obra de materia médica de Dioscórides,[2] indica que esta explicación es errónea, basándose en que el cristal tiene siempre las mismas formas y el hielo no, y que además no se puede fundir por mucho que se le caliente.
La composición del cristal de roca es óxido de silicio (SiO2), casi puro, aunque puede contener trazas de otros elementos, especialmente aluminio, que generarán centros de color si se somete a la acción de la radiactividad natural o artificial.[3] Los cristales de esta variedad de cuarzo suelen ser turbios y lechosos en la zona en la que se unen al cuarzo masivo.